El intelectual está siempre luciéndose,
el amante, siempre perdiéndose.
El intelectual se escapa.
Por miedo a ahogarse;
todo el asunto del amor
es ahogarse en el mar.
Los intelectuales planean su reposo;
los amantes se avergüenzan de descansar.
El amante siempre está solo.
Aun si está rodeado de personas;
como el agua y el aceite, él permanece separado.
El hombre que se toma la molestia
de dar consejos a un amante,
no consigue nada. Es burlado por la pasión.
El amor es como el almizcle. Atrae la atención.
El amor es un árbol, y los amantes, su sombra.
2 comentarios:
Ama el arte en ti mismo, más que a ti mismo en el arte... esta frase de Stanislavski me la regaló Talú Quintero después de mi primer rodaje. Hoy, justo cuando estoy a punto de volver a escribir después de una semana de vacacioones y cuando vengo con el tema del qué y el cómo, del análisis contra la sensación... Me sigues dando luces con tu vida de amante del cine.
Gracias
"El amor es un árbol y los amantes su sombra..."
Quiero que mi corazón brille tan fuerte que de luz a ese árbol para que los frutos que de él nazcan se entremezclen con la pasión de vivir y mi deseo de sentir.
Publicar un comentario